Paulo Cedillo Paredes
Consultoría y Bienestar
El trabajo ha tomado un lugar protagónico para la integración a un contexto y la creación de vías para la satisfacción de las necesidades esenciales que representan el equilibrio de las áreas de funcionamiento y bienestar. Tan solo en el 2018 los mexicanos promediaban 2255 horas anuales al trabajo.
En la actualidad es posible pensar que el bienestar de las personas está directamente influenciado por la relación que estas mantengan con su trabajo y el desempeño dentro del mismo. Por lo que, si las condiciones o el contexto laboral sufren algún tipo de desajuste las áreas integrales del funcionamiento y, por consecuencia la salud, se verán alteradas.
El desarrollo del estrés depende de los factores presentes en el medio -representados como amenazantes o desafiantes-, las herramientas de afrontamiento del individuo, y la percepción que tiene de la posibilidad de éxito al enfrentar dichos factores con los recursos con los que cuenta. Si estas respuestas sobrepasan la estabilidad de la persona y sus normas emocionales y conductuales, se desencadenan las alteraciones que afectan el bienestar.
Sin embargo, el estrés es un fenómeno adaptativo necesario para el rendimiento en las actividades y el desarrollo de un desempeño eficaz en muchas esferas de la vida, una de las cuales es el trabajo.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (2014) refiere que el estrés laboral afecta negativamente a la salud psicológica y física de los trabajadores, un trabajador estresado no tendrá el mismo rendimiento que un colaborador que se encuentre estable tanto emocional como físicamente, lo cual repercute en la productividad y salud.
El estrés laboral aparece cuando se presenta un desajuste entre la persona, el puesto de trabajo y la propia organización o empresa. Esto es importante para comenzar a pensar en estrategias para prevenir y tratar el estrés dentro de la vida laboral, así como en la salud de las personas.
Como consecuencia del estrés en lo laboral se identifican tres efectos propios, que son:
1. Ausentismo: siendo toda aquella ausencia o abandono del puesto de trabajo y de los deberes ajenos al mismo.
2. Rotación o fluctuación del personal: intercambio de personan que ingresa y salen de la organización.
3. Disminución del rendimiento físico: cansancio, fatiga y desgaste. (Burnout)
Sin mencionar los efectos sobre la salud individual de las personas a nivel físico, emocional y conductual que el estrés produce. Por ejemplo, taquicardia, tensión muscular, sensación de confusión, depresión, ansiedad, adicciones, entre otros.
Por otra parte, la ansiedad puede definirse como una anticipación de un daño o desgracia futuros, acompañada de un sentimiento desagradable y/o de síntomas somáticos de tensión. Es una señal de alerta que advierte sobre un peligro inminente y permite a la persona que adopte las medidas necesarias para enfrentarse a una amenaza.
Cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día. Tan sólo cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa de la persona, la ansiedad se convierte en un estado patológico, provocando malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, psicológico y conductual.
La diferencia entre estrés y ansiedad tiene que ver con la presencia y temporalidad del factor que detone las respuestas fisiológicas, emocionales y conductuales. En el estrés es un factor o situación objetiva, mientras que en la ansiedad es de carácter imaginario, futuro y que supone una percepción de incapacidad, es decir, está relacionada con una anticipación fatalista e inminente.
La ansiedad laboral es la consecuencia de situaciones que percibimos o interpretamos como amenazantes o peligrosas. Es en esos momentos en que aparece el estrés laboral, causando una cadena de síntomas que pueden afectar en el trabajo y a la vez hacen que disminuya la calidad de vida. Actualmente es posible mencionar un ejemplo claro: El Covid-19.
Por lo que es necesario manejarlo desde el principio para que no sobrepase en un primer momento y así, prevenir el desencadenamiento de una sintomatología incapacitante. A partir de esto es que se presentan ciertas estrategias para el manejo del estrés laboral.
Algunas estrategias son:
- Identifique factores que pudieran causar estrés o el desarrollo de ansiedad: exceso de tareas y responsabilidades, actividades que exceden nuestras competencias, etc.
- Reconozca los síntomas habituales del estrés que pudiera estar presentando: insomnio, tensión muscular, problemas de concentración, falta de motivación, cansancio, irritabilidad, somnolencia
- Comunique a compañeros o supervisores cualquier inquietud respecto al trabajo
- Planifique actividades y rutina lo más ajustada a sus capacidades, necesidades y horarios.
- Respete sus horarios de recreación, alimentación y sueño.
- Tome un espacio no superior a 15 minutos (entre cada actividad terminada) para tomar un “respiro”.
- Tome un pequeño bocadillo y aproveche para distraerse.
- Desempeñe alguna actividad que haya tomado como hobbies: lectura, ver una serie, escuchar música, ejercicio, yoga, etc.
- Mantenga contacto y comunicación con compañeros, gente cercana, amigos y familiares.
- Realice de ser posible algunos ejercicios de estiramiento cada dos o tres horas dentro del horario laboral, con una duración de máximo 10 minutos. Esto ayudará a relajar el cuerpo y corregir la postura.
- Establezca un calendario donde incluya su horario de trabajo y actividades recreativas.
- Beba agua constante.
- Mantenga una alimentación balanceada.
- Reduzca de ser posible el consumo de cafeína, cigarro y alcohol.
- Si siente actividades que lo pudieran estar sobrepasando comunique y delegue en caso de que sea posible.
- Establezca límites con las actividades que se pueden realizar de acuerdo con la propia capacidad resolutiva y horario laboral.
- Pausa activa: Gimnasia Laboral en periodos de 10 minutos como máximo para recuperar energía y prevenir enfermedades por posturas prolongadas
- Técnicas de relajación muscular progresiva
- Técnicas de meditación y respiración
- Establezca espacios o actividades que fomenten el sentido del humor y la integración con otros compañeros.
En caso de un aumento considerable de los síntomas de estrés o ansiedad de forma incapacitante recomendamos acudir con un especialista de la salud mental
Referencias bibliográficas
D’Angelo, G. (2000) Cómo controlar el estrés: en la vida personal y profesional. Argentina: Ilustrada.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (2019) Sobrellevar el estrés para trabajadores. https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/comminity/mental-health-non-healthcare.html
El Economista (2018) Mexicanos destinan 2255 horas al año a su trabajo. https://www.eleconomista.com.mx/economia/Mexicanos-destinan-2255-horas-al-ano-a-su-trabajo--20180209-0032.html
Institute of Work (2014) Serie protección de la salud de los trabajadores No. 3. La organización del trabajo y el estrés, 15-23.
Melgosa, J. (1999) Sin estrés. 1ª edición. España: SAFELIS.